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Una cita de Borges sobre cómo escribir bien

 

Hola, soy David Remartínez. Hoy os traigo una cita de Jorge Luis Borges que os va a gustar.

En 1969, la revista The Paris Review le entrevistó en una larga conversación. Una de sus respuestas me encanta, y la llevo de cabecera siempre que escribo o edito un libro. Es esta:

 

—Cuando empecé a escribir, pensaba que todo debía de estar caracterizado por el escritor. Por ejemplo, escribir «la luna», sin más, estaba estrictamente prohibido: había que encontrar un adjetivo, un epíteto para la luna [...]. En fin, yo pensaba que había que caracterizarlo todo y que no se debían utilizar frases de uso común. Jamás había escrito: «Fulanito de tal entró y tomó asiento»: era demasiado simple, demasiado fácil. Creía que debía encontrar alguna forma ingeniosa de decir lo mismo. Ahora me parece que esa clase de cosas no suelen ser más que una molestia para el lector. Pero creo que la raíz de la cuestión se remonta al hecho de que, cuando un escritor es joven, tiene la sensación de que lo que va a decir es más bien estúpido, o que resulta evidente, o que está muy trillado, así que intenta ocultarlo bajo un ornato barroco, con palabras tomadas de escritores del siglo diecisiete, o al contrario, se propone ser moderno y entonces no para de inventar palabras [...] Después, conforme pasa el tiempo, uno se da cuenta de que debe expresar sus ideas, sean buenas o malas, con sencillez, porque si tienes una idea o sentimiento, has de intentar que calen en el lector. Si, al mismo tiempo, intentas ser, digamos, Thomas Browne o Ezra Pound, eso se vuelve imposible».

¿Estáis de acuerdo con esta reflexión? ¿Se os ocurren ejemplos buenos y malos, autores o autoras que confirmen o desmientan esta tesis? En la primera promoción de la escuela, este tema nos ha dado mucho juego.

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